La clase política nunca invertirá en educación si no está genuinamente convencida del alcance e importancia de la misma en el desarrollo social, cultural y económico de una nación. Si nuestros políticos actuales no tienen dicho convencimiento, debemos ser autocríticos y analizar qué grado de responsabilidad como educadores tuvimos en ello…No olvidemos que los políticos, como sus padres y madres, en algún momento pasaron por nuestras aulas…
E. Richard, 2003
Dicho párrafo precisamente fue el que utilicé para ilustrar mi punto de vista en clases, hablé del desprestigio de la profesión con estas acciones (Paro) sobre todo por el hecho de que justamente se perjudica a los que son la razón de ser y de existir de nuestra profesión: Los estudiantes y esto ya es poco ético... Consecuentemente, un docente que utiliza la fuerza o extorsión si se quiere, para un reclamo (más allá de cualquier legitimidad del mismo) y que para colmo perjudica a TODA la sociedad con ello, pierde credibilidad ante la sociedad y le hace perder credibilidad a todo el gremio… Por lo que luego es difícil obtener un reconocimiento social y/o económico desde la falta de credibilidad y desprestigio... Ante tales argumentos, sólo hubo silencio, y la verdad es que hubiera preferido un debate que jamás ocurrió... Aún así, luego me preguntaron, cómo hacia yo en Argentina y les contesté: En Argentina, los docentes también como aquí, realizan medidas de a fuerza y yo como aquí, soy coherente con mis principios y doy clases. El primer día de las medidas de fuerza, mi clase se va un poco del tema y preparo un MS Power Point explicando los motivos de nuestros reclamos a los estudiantes. ¿Por qué? Porque ellos son la razón de ser y de existir de nuestra profesión y son los que más merecen saberlo y de primera mano y porque son o pueden ser nuestros mejores aliados de lucha, si sabemos sumarlos a nuestras filas... ¿Cómo? Fácil, dándoles las mejores clases que podemos darles. Si un estudiante ve un cambio cuali cuantitativo en su formación como consecuencia de nuestras clases, va a valorar a la educación. Si conseguimos esto nos apoyarán en nuestro reclamos... Pero si un estudiante sólo ve motivaciones rayanas en lo mercenario (Un docente me dijo una vez “Me pagan poco, enseño poco...”) y que además no los tenemos en cuenta en lo más mínimo, ni en nuestra docencia, ni en nuestras decisiones…Entonces, ni ellos, ni sus padres nos apoyarán jamás, y lo que es peor la sociedad tampoco... Los hechos.
Los estudiantes son la razón de ser y de exisitir de nuestrs profesión, a ellos nos debemos y nuestra meta debe ser siempre llegar a sus corazones y hacerlos felices!!!Cátedra de Educación Ambiental, Escuela Militar de Ingeniería. Foto tomada despues del exámen final…
RICHARD, E. 2006 Investigación científica y soberanía nacional. In: BARRAL ZEGARRA, R. y E. RICHARD. 2006. Educación y constituyente: Autonomías y soberanía. 148 p. Ed. Ayni Ruway. La Paz, Bolivia. ISBN 99905-0-040-5
DOWNLOAD: http://www.mediafire.com/file/zjgmmjynymwnty2/InvSobNacLibroRolo.pdf
Cada vez me admiro más con las coincidencias ideológicas que tenemos en infinidad de aspectos, lo cual ha servido, creo, para acrecentar nuestra amistad y nuestras posiciones actitudinales en la préctica profesional.
ResponderEliminarEl tema patrimonial, por ejemplo, debe encararse justamente como planteas, como una transversal en todas las materias tanto en colegios como en universidades. Pero para ello hay que conocer lo que significa nuestro patrimonio, respetarlo y amarlo. Nadie puede querer lo que no conoce y, además, nadie puede dar lo que no tiene. El concepto de patrimonio se halla suspendido en el aire colgando de un fino hilo que es el académico. ¿Patrimonio para quien?, indudablemente para quienes nos hemos formado (no necesariamente en una universidad), tomando conciencia de la importancia de nuestro legado cultural/natural. Pero quienes más cerca del patrimonio existen, tienen miradas diferentes hacia el mismo, y no siempre las mejores. La toma de conciencia debería ser un objetivo del Estado Plurinacional, pero también de los actores vinculados ¿no?
La titulitis es otro tema en el que me declaro coincidente contigo. Lastimosamente es un afán universal. La UNESCO, por ejemplo, ha nombrado su representante en Tiwanaku a un acartonado poco avispado ¿qué se le hace?
Finalmente los paros recurrentes de los maestros no contribuyen sino a la mala imagen que se tiene de ellos en general. La formación mediocre que imparten repercute en el establecimiento de malos universitarios y, más tarde, malos profesionales que construyen puentes chuecos o conducen al país también en forma chueca. He dicho.
Jédu Sagárnaga (arqueólogo)